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PROHIBIDAS LAS CONJUGACIONES”–ÍA” Y “DEBERÍA”. (Parte 1)

Hay que eliminar de nuestro vocabulario todas aquellas palabras (verbos) que  terminan en “-ía” como debería, podría, tendría, querría, haría, gustaría, desearía…  que colocan nuestras acciones en un futuro condicional. Son maneras de expresar la posibilidad de que una acción tenga lugar pero, que en realidad, al final, nunca se llevan a cabo.

Dicho en otras palabras y con unos ejemplos:

  • Debería bajar de peso”
  • Tendría que ir al gimnasio para mantenerme en forma”
  • “Me gustaría retomar los estudios”.
  • Querría dedicar más tiempo a mí mism@”.
  • Desearía estudiar inglés”
  • Debería …debería… debería…

¿Pero sabes qué? Luego las personas no cumplen sus “debería”, se enfadan con ellas mismas y se hacen daño por esta razón. Lo que cambia a las personas es cuando el “debería” se convierte en un “tengo que” o “voy a”. Cuando de repente aquello que debería  suceder  tiene que suceder, es cuando los seres humanos cambian. Es decir, pasar esos futuros condicionales a un presente inmediato. Los ejemplos anteriores serían de la siguiente manera:

  • Tengo que” /“Voy a” bajar de peso.
  • Tengo que”/ “Voy a”  ir al gimnasio para mantenerme en forma.
  • Tengo que” /“Voy a” retomar los estudios.
  • Tengo que” /“Voy a” dedicar más tiempo a mí mism@.
  • Tengo que” /“Voy a” estudiar inglés.

Según la Real Academia Española, el verbo “deber” (en todos sus tiempos) se refiere a una obligación. Los pensamientos son capaces de condicionar nuestras emociones y nuestros actos, por ello es realmente importante ser conscientes de en qué forma pensamos y  nos hablamos. Por ello, es necesario eliminarla de nuestra mente y nuestro vocabulario para evitar que entorpezca en nuestro día a día. Si nuestros pensamientos son negativos y dañinos para nosotros, nuestras emociones y actos irán en la misma línea.

Hablemos del “Debería”. Es una palabra que nos ata a miedos, a  inseguridades y a la falta de acción. Se dice que esta forma de conjugar el verbo “deber” está unida a las ideas irracionales.  Esas ideas o creencias perturbadoras que no nos dejan vivir satisfactoriamente ya que  rigen nuestra existencia debido a que se encuentran muy arraigadas en nuestro interior, es decir, afirmaciones erróneas que podrían condicionar a las personas de tal forma que no las harían realmente felices.

Las presiones y los pensamientos irracionales que comienzan con la palabra “debería” se instalan en nuestras mentes desde una edad temprana, los vamos adquiriendo e integrando. Dichos pensamientos llegan a nosotros desde pequeños, bien por lo que se nos dice o por lo que observamos a nuestro alrededor. Evidentemente, tendrán más poder aquellos que hayan sido transmitidos por figuras de aprendizaje o autoridad (padres, profesores, hermanos mayores, otros familiares próximos,…). Con el tiempo también pueden crearse en base a interacciones sociales, como por ejemplo, los amigos (sobre todo en el periodo de la adolescencia) o por los medios de comunicación. Una vez tengamos este pensamiento bien instaurado en nuestra mente (“esto es así porque así me lo han dicho o así lo he aprendido”), esa persona interioriza esa idea y se obliga a cumplirla.

Muchas personas la utilizan como una manera de mentirse a sí mismas ya que piensan que imponiéndose en condicional una tarea, la están marcando en rojo en sus agendas cuando en realidad están dando fuerza -con su discurso interno- a la posibilidad de no realizarla. El “debería” bloquea  la tendencia a la acción, es decir, no genera acción sino negación.

Cuando indicamos que deberíamos hacer algo en particular, en la mayoría de los casos no lo plasmamos en una acción puntual. En lugar de eso, todo se queda en una promesa incumplida, en una idea dicha al azar o incluso en una manera inconsciente de “convencernos” de que cambiaremos.

Y tú ¿Cuál o cuáles dirías que son tus mayores “deberías”?

Escríbelo en los comentarios y te leo.

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¿Y SI VUELAS…?

¿Tienes miedo a caer…?

¿Te sientes cansada, agotada y te encierras en ti misma?

¿Sabes cuál es la razón que no te deja alzar tus alas y volar?

¿Eres de las personas que piensa que quererse a uno mismo es ser egoísta?

 Pues déjame decirte que amar es lo más maravilloso de la vida, pero amarás más y mejor si primero te amas a ti misma. Sólo necesitas cambiar tus creencias y mostrar tus propios valores. De esta manera aumentará tu autoestima, encontrarás tu propósito de vida y aprenderás a superar los miedos que te impiden conseguir tus sueños.

Todas las personas disponemos de nuestras propias alas pero, a veces, están tan escondidas u oprimidas que es muy difícil encontrarlas y hacer uso de ellas. También hay quien sabe que las tiene, pero las esconden por temor a que se las corten o directamente,   vive convencida de que se las han cortado… Lo que sí está claro es que todas tenemos un potencial que debemos aprender a liberar.

Tus alas están ahí, prestas a alzar el vuelo cuando tú estés dispuesta. Es el miedo a volar lo que te confunde y no la certeza de que no puedes hacerlo, lo que te retiene. Nuestros miedos atarán nuestra posibilidad de crecer, debilitando nuestras capacidades.

Para alcanzar tu potencial no solo necesitas estar en el lugar correcto y en el momento adecuado: necesitas crear tu momento y buscar tu lugar, abrir tus alas para encontrarlos. Eso conlleva no dudar de si realmente tienes algo que ofrecer y por ello conformarte. Cada persona tiene unas capacidades, unos talentos y un potencial diferente que debe desarrollar dando más, siendo más y consiguiendo más. Debes escucharte para encontrar tu camino, localizar tus límites y superar tus limitaciones para poder alcanzar tu potencial.

¡Recuerda! Sea cual sea tu decisión, asegúrate que te haga feliz a ti, aunque a los demás no les guste.

«Los hombres no son prisioneros del destino,

sino sólo prisioneros de sus propias mentes.»

-Franklin Roosevelt-

Es hora de elevarte, de ser mejor, de cambiar tu situación. No eres un árbol o una roca. Puedes decidir hacer lo que sea necesario para cambiar tus circunstancias, porque es posible el cambio.

Descubre quién eres, desata tu poder interior y construye el estilo de vida, que quieres
Lo más extraordinario de esta vida es descubrir quién eres y cuál es tu propósito de vida. Dejar que la vida fluya y vivir de lo que te apasiona de verdad hará que ganes más confianza, autoestima y calidad de vida.

Estás capacitada para crear el estilo de vida que siempre has soñado. Solo necesitas dejar florecer todo tu poder interior, disfrutar de cada momento, brillar con tu luz propia y te sentirás  más feliz que nunca.

¿Preparada?

¿Lista para vivir la vida que te mereces?

  • Utiliza todo tu potencial mental para alinearlo con los deseos de tu alma.
  • Escucha a tu “niña interior” para seguir tu intuición y acercarte a tus metas sin tomar decisiones equivocadas
  • Aprovecha tus experiencias pasadas para poder construir un futuro feliz y rentable, basado en tu propia responsabilidad.
  • Sal de tu zona de confort, rodearte de personas que sumen y convertirte en quien tú quieras ser

¿Te sigue dando miedo volar?

Despliega tus alas… ¡Y vuela!