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COSAS QUE SE PUDIESEN GUARDAR EN UN BOTE DE CRISTAL

Amamos todo aquello que nos reconforta y nos encantaría tener el superpoder de guardar, a modo de lata de conserva, cosas tangibles e intangibles, en una especie de alacena imaginaria a la que volver en tiempos de necesidad y de sed emocional. 

¿Qué cosas te gustaría guardar en un bote de cristal para poder acudir a ellas cada vez que lo necesitaras?

¿En qué consistiría tu almacén de recuerdos, esa cámara de momentos felices a los que acudir en busca de calma y de felicidad?

A mí me encantaría conservar aquellos momentos especiales que viví en mi embarazo, sentir cómo mi bebé se movía dentro, la sensación tan extraordinaria de ver cómo mi barriga se movía porque dentro de mí estaba una personita creciendo. Una vez que nació, ese olor a bebé tan característico y tan especial, sus miradas y abrazos tiernos y llenos de amor. Ahí no existe la maldad, es pureza y amor en estado puro, somos nosotr@s los que, dependiendo de nuestro estado anímico, buscamos inconvenientes e interpretamos las situaciones que van más lejos de la realidad.  Ver y sentir cómo duermen en tu regazo en plena tranquilidad, sin importar los ruidos que haya en el exterior ya que no se inmutan porque se sienten protegidos y a salvo entre tus brazos. Verle dormir me fascinaba y me fascina todavía a día de hoy que ya es un niño camino de la preadolescencia. Desprenden tanta dulzura, paz, serenidad, bondad… que a veces me pregunto ¿por qué nos complicamos tanto la vida? Con lo fácil que es ser así y, desgraciadamente, con los años lo vamos perdiendo gracias a nuestro ego que  nos aleja de nuestra verdadera esencia y nuestro ser.

Otras cosas que me encantan y que también han salido en vuestras respuestas muchas de ellas, son el olor a hierba recién cortada, el olor a mar, el olor de la lluvia recién caída, el ronroneo de un gato, la sonrisa de un@ abuel@, ver un cielo estrellado, los abrazos de l@s abuel@s, el nacimiento de un@ hij@, el olor de una comida que hace una madre que te recuerda a tu infancia, los abrazos de un ser querido… y muchos, muchos más.

Todo esto son cosas a las que cotidianamente no prestamos atención porque nos parecen cosas sin importancia pero, cuando las pierdes o dejas de experimentar las sensaciones y sentimientos que te producen es cuando realmente las echas en falta.

 ¿Por qué nos cuesta tanto prestar atención a lo que nos hace sentir bien, nos hace felices y nos produce bienestar?

 Vivimos en una vida que viaja a demasiada velocidad y eso, provoca que se nos escapen cosas tan simples pero a la vez tan importantes como todo lo expuesto anteriormente. Debemos vivir en el presente, con atención plena en el aquí y ahora para poder disfrutar de cada uno de los momentos, sensaciones, olores… que nos hacen sentir bien y nos hacen ser más felices. No se trata de dejarlo todo, se trata de tomarse unos momentitos al día para sentir y dejarse llevar por lo que nos rodea, valorando lo que tenemos. Hoy lo tenemos, mañana quien sabe. El pasado ya es pasado, el futuro es incierto, lo único que tenemos cierto es el presente, el ahora. ¡vívelo y disfrútalo! ¿Qué vas a perder? Yo creo que lo que tienes es mucho por ganar.

Todo esto, llevó a que quería saber lo que mis valientes guardarían en un tarro de cristal haciéndoles conscientes al pensar en ello, de esas cosas que son importantes y que a veces se pueden pasar de largo. Por eso me propuse hacer un pequeño experimento a través de las historias de Instagram y así conocer, de primera mano, en qué consistiría vuestro almacén de recuerdos, esa cámara de momentos felices a los que acudir en busca de calma y de felicidad. Los resultados fueron muy bonitos, me ha encantado sentiros tan cerca y comprobar que todos estamos hechos de lo mismo, de un puñado de sueños con lo que lidiar con el dolor.

Las respuestas las podéis observar a continuación.

Teniendo en cuenta que no disponemos de ese bote de cristal para poder acudir a él cuando lo necesitamos, seamos más conscientes de aquello que amamos y nos hace ser felices y disfrutémoslo mientras lo tenemos. Posiblemente algún día dejemos de tenerlo o de poder sentirlo y ya luego no tenemos como volver atrás.

Muy agradecida con tod@s mis valientes que han aportado su granito de arena para hacer posible este pequeño experimento y la elaboración de este artículo.

 

¡¡¡Muchas gracias a tod@s!!!

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