Hay dolores que se cargan en el corazón y cuesta un poco sacarlos, aprende a soltar el pasado o terminarás ahogando tu futuro…
Este año las Fiestas navideñas son diferentes a las de todos los años, dadas las circunstancias que estamos viviendo de pandemia.
Hemos tenido que aprender a convivir con el manejo de la ansiedad y síntomas psicológicos, el control de la ansiedad, la gestión de riesgo, el manejo de la culpa, el control de la preocupación por los allegados y el desarrollo de tolerancia ante la incertidumbre.
Aceptar que es diferente, es fundamental para evitar frustrarse así como pensar que estamos viviendo una situación que será temporal. Aceptar que la situación no es de nuestro agrado y que nos genera sentimientos de tristeza o rabia pero, todas estas emociones son completamente normales y hay que dejarlas salir ya que forman parte del proceso de autorregulación del ser humano ante el contexto de pandemia que estamos viviendo.
Los colores brillantes y las luces pueden aumentar los niveles de energía y recordar a la gente los tiempos felices. Si un niño tiene recuerdos de infancia felices de la Navidad, es más probable que quiera recrear ese sentimiento tan pronto como pueda. Para muchos de nosotros, la Navidad es una época mágica, es una época de inocencia, es una época de alegría.
Nadie ha dicho que vayan a ser unas fechas fáciles para muchas personas pero, la actitud positiva es la que nos va a permitir romper con el estado mental al que nos ha llevado la pandemia. Aunque no podamos estar presencialmente con todas las personas que deseáramos, lo importante es sentirlos en nuestro corazón y con ello llenarlo de amor y alegría. Muchos corazones estarán rotos del dolor de haber perdido a nuestros seres queridos y que ya no estarán entre nosotros pero, podemos recordarlos con amor y permitirnos sentir por ellos lo que nos nazca del corazón.
La tragedia que estamos viviendo nos obliga a repasar nuestras prioridades en la vida, el valor de las miradas, la importancia del contacto físico, de una llamada de teléfono o de cualquier gesto amable, entre otras muchas cosas. Si cada persona saca lo mejor que tiene, esta Pandemia pasará sin causar más daños que aquellos derivados de nuestras limitaciones actuales sobre el conocimiento, prevención y tratamiento de la misma, pero no arrebatará nuestros principales valores ni pagaremos un precio adicional como personas y como sociedad. La capacidad de superación y de sobreponerse a la adversidad sigue siendo nuestra principal fortaleza ante un reto tan difícil.
DESEO de corazón que puedas llevar estos días de la manera más tranquila y saludable posible. Que el año nuevo que se avecina venga cargado de cambios a mejor y que avancemos hacia la prosperidad.
Deseo que te reúnas con tus seres queridos y recuerdes con cariño a los que nos han dejado. Que el próximo 2021 vuelvan los besos, los abrazos, la alegría, la ilusión, la paz, la esperanza, la suerte y sobre todo la salud que nunca te falte.
Un abrazo lleno de cariño.
Inés Dozo.